sábado, 14 de enero de 2017

LISÍSTRATA: APRENDIENDO IGUALDAD DE GÉNERO.

El teatro puede y debe ser considerado como un gran recurso didáctico. Todos los docentes que han tenido contacto con la actividad teatral saben que es una poderosísima herramienta docente; pues promueve la creatividad tanto individual como colectiva, motivando al mismo tiempo el aprendizaje del contenido de las materias.

La inclusión de la pedagogía teatral en el sistema educativo desempeña un papel fundamental en la educación, y, más concretamente, en el área afectiva de las personas; pues permite desarrollar la idea, en profesores y alumnos, de que lo importante no es el resultado final, sino el proceso de aprendizaje a través del teatro mediante una aproximación progresiva al placer de actuar.
La actividad dramática debe entenderse como un proceso artístico, y, al igual que cualquier experiencia en las artes, ha de ser contemplada como parte integrante del currículo educativo. El valor específico de esta actividad se halla en la oportunidad que proporciona a los alumnos de analizar, comprender y comunicar ideas y sentimientos representándolos con una enorme variedad de formas simbólicas.

Además en la adolescencia el teatro adquiere especial relieve, al permitir al alumno una exploración e interpretación más profunda de sí mismo y de la realidad circundante, ayudándole a tomar decisiones personales que sirvan para su autoafirmación y el establecimiento de un diálogo más razonado y efectivo con la sociedad.
La actividad teatral es idónea para que los alumnos conozcan que la solidaridad en momentos difíciles pone por encima de los intereses personales el bien de la colectividad. En una representación lo que haga uno de los participantes va a influir en la actuación de los demás, cualquier modificación que introduzca uno de ellos a lo previamente planificado induce la respuesta no prevista de los otros.

El teatro puede y debe ser considerado como un gran recurso didáctico. La cohesión grupal y el sentido de pertenencia al grupo es otra característica esencial de las técnicas teatrales. Todo esto llevado al campo educativo tiene dos grandes consecuencias:
  • La conciencia de que la potencialidad creadora del grupo es siempre muy superior a la del individuo.
  • El convencimiento de que el propio proyecto de desarrollo personal no se puede llevar a cabo si no contamos con los demás.
La finalidad de trabajarlo como herramienta de aprendizaje no es crear buenos actores, sino desarrollar un método de trabajo para atrapar la atención del alumno: un método, a través del cual, el alumno descubra su versatilidad, rompiendo con su timidez y con lo estático de la escuela tradicional. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: ined21.com/

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