Los clásicos de la literatura española acostumbran a ser más citados que leídos, o se fosilizan en los programas escolares. Si se transmiten en su versión original, la lectura topa con interminables notas a pie de página, apuntaJosé María Merino: «Conforme retroceden en el tiempo, los textos se vuelven más oscuros y, en muchas ocasiones, incomprensibles para gran cantidad de lectores que los encuentran demasiado difíciles y abstrusos». Gran parte de los clásicos que hemos dado por conocidos eran en realidad versiones resumidas o fragmentarias. Al final, subraya Merino, «el sentido verdadero queda como un secreto, únicamente al alcance de especialistas».
¿Quiénes son Calila y Dimna? En el texto original, dos chacales que se convirtieron en linces para los lectores castellanos. De los dos, el más actual es Dimna por su relativismo moral. «Nuestra sociedad está llena de “dimnas”, trepas e impostores que luego se hacen pasar por inocentes. En este aspectono nada hemos cambiado desde el siglo XIII», ironiza Merino.
El escritor y académico conoció «Calila y Dimna» en sus tiempos de pupitre y pizarra gracias a la antología de Sainz de Robles «Cuentos viejos de la vieja España» (Aguilar, 1943): «El antólogo había procurado llevar con cuidado al español contemporáneo el viejo castellano, que resultaba así perfectamente comprensible hasta para la inteligencia del jovencísimo lector que yo era entonces». Al volver a «Calila y Dimna» -edición de Castalia a cargo de Juan Manuel Cacho Blecua y María Jesús Lacarra-, Merino constató que la obra «no solamente no ha envejecido, sino que presenta un aire sorprendente de modernidad, tanto en la curiosas estructura general de los cuentos como en la finura con la que están descritos, mediante diálogos, unos comportamientos que parecen proyectarse con acierto en las ambiciones y manejos oscuros del mundo en que vivimos». CONTINUAR LEYENDO
Fuente: ABC_cultura_libros
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