La historia que cuenta la escritora alemana Ursula Wölfel a través de Pimmi, una niña gitana, nos introduce en el cerrado y bastante desconocido mundo de los gitanos, con su misteriosa sabiduría, con su excitante vida errante y espíritu aventurero, con esa esencia de no pertenecer a otra cosa que a su propia tribu, con sus leyes ajenas a cualquier otra ley que no sean las que dictan su sentido ético y su concepción del mundo, y también con el estigma que arrastran desde hace siglos. Pero, para la autora, el mundo gitano no es otra cosa que un pretexto para hablarnos de cosas verdaderamente importantes como la tolerancia, el respeto, el amor, la compasión por el prójimo, la importancia de los sentimientos y del sentido de justicia.
¿Cómo Ursula Wölfel puede hablar de todo eso a los niños, a los jóvenes, en general a todos los lectores sin aburrir, sin didactismo, sin moralejas? Creo que en eso, precisamente, radica la distinción y el vuelo de altura de Historia de Pimmi. Cada personaje tiene en su esbozo psicológico, en su conducta y en sus relaciones con los otros, un mensaje que llega al pensamiento y se convierte en significado a través de la emoción. CONTINUAR LEYENDO el comentario de la escritora Iliana Prieto.
Fuente: Fundación Cuatrogatos.
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