-"No es posible crecer en la intolerancia. El educador coherentemente progresista sabe que estar demasiado seguro de sus certezas puede conducirlo a considerar que fuera de ellas no hay salvación. El intolerante es autoritario y mesiánico. Por eso mismo en nada ayuda al desarrollo de la democracia." (Paulo Freire). - "Las razones no se transmiten, se engendran, por cooperación, en el diálogo." (Antonio Machado). - “La ética no se dice, la ética se muestra”. (Wittgenstein)
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sábado, 30 de septiembre de 2023
¿Existe una literatura infantil? Un artículo de Michel Tournier
viernes, 29 de septiembre de 2023
"UN CUENTO". Un poema de Joan Margarit
Joan Margarit junto a su hija Joana |
No digas nada, Joana,
tan sólo escúchalo y no digas nada.
Íbamos caminando en la lluviosa
mañana por el pueblo adormecido,
entrábamos despacio
por una larga calle de adoquines
que no llevaba hacia ninguna parte.
Los niños nos llamaban con canciones
para acercarnos al canal, que viésemos
su casa reflejándose en el agua.
Te gustaba, ¿recuerdas?,
ver a los niños. Al marcharnos
quedaban sus caritas pegadas al cristal,
sus voces apagándose en el agua.
Llegamos tarde. Demasiado. Tanto
que siempre volveremos separados:
ese es el precio por haber podido
entrar dentro de un cuento.
Y qué suerte encontrarte ahora aquí,
de madrugada, convertida en patio:
esto quiere decir que todo el tiempo
estabas junto a mí en la oscuridad.
Dedicado a su Joana, su hija fallecida
jueves, 28 de septiembre de 2023
"NIÑO MUERTO". Un poema de Luis Cernuda
Si llegara hasta ti bajo la hierba
joven como tu cuerpo, ya cubriendo
un destierro más vasto con la muerte,
de los amigos la voz fugaz y clara,
con oscura nostalgia quizá pienses
que tu vida es materia del olvido.
Recordarás acaso nuestros días,
este dejarse ir en la corriente
insensible de trabajos y penas,
este apagarse lento, melancólico,
como las llamas de tu hogar antiguo,
como la lluvia sobre aquel tejado.
Tal vez busques el campo de tu aldea,
el galopar alegre de los potros,
la amarillenta luz sobre las tapias,
la vieja torre gris, un lado en sombra,
tal una mano fiel que te guiara
por las sendas perdidas de la noche.
Recordarás cruzando el mar un día
tu leve juventud con tus amigos
en flor, así alejados de la guerra.
La angustia resbalaba entre vosotros
y el mar sombrío al veros sonreía,
olvidando que él mismo te llevaba
a la muerte, tras un corto destierro.
Yo hubiera compartido aquellas horas
yertas de un hospital. Tus ojos solos
frente a la imagen dura de la muerte.
Ese sueño de Dios no lo aceptaste.
Así como tu cuerpo era de frágil,
enérgica y viril era tu alma.
De un solo trago largo consumiste
la muerte tuya, la que te destinaban,
sin volver un instante la mirada
atrás, tal hace el hombre cuando lucha.
Inmensa indiferencia te cubría
antes de que la tierra te cubriera.
El llanto que tú mismo no has llorado,
yo lo lloro por ti. En mí no estaba
el ahuyentar tu muerte como a un perro
enojoso. E inútil es que quiera
ver tu cuerpo crecido, verde y puro,
pasando como pasan estos otros
de tus amigos, por el aire blanco
de los campos ingleses, vivamente.
Volviste la cabeza contra el muro
con el gesto de un niño que temiese
mostrar fragilidad en su deseo.
Y te cubrió la eterna sombra larga.
Profundamente duermes. Mas escucha:
Yo quiero estar contigo; no estás solo.
miércoles, 27 de septiembre de 2023
lunes, 25 de septiembre de 2023
"FICCIÓN Y VERDAD: DESAFÍOS ACTUALES EN LA MEDIACIÓN DE LECTURA". Un artículo de Cecilia Bajour
domingo, 24 de septiembre de 2023
"MADRE EN PÍXELES". Un poema de la poeta Miren Agur Meabe
MI madre solía decir que de joven se parecía a Maureen O´Hara. Puede ser.
TAMBIÉN decía que mi abuelo paterno tenía un aire a Gary Cooper porque era alto y guapo. Mi otro abuelo me recordaba al doctor de ‘Viaje al fondo del mar’.Mis dos abuelos fueron bien plantados.
CUANDO ama era joven, su padre le dio un bofetón por haber visto ‘Lo que el viento se llevó’. Lo contaba entre carcajadas. ‘Las vueltas que le di a la mesa de la cocina para que no me pillara. Entonces todo era pecado’.
UNA noche preparó una tortilla de champiñones. ‘Pon la tele, cenamos en la sala’. Vimos ‘Cumbres borrascosas’, en blanco y negro. Suspiró un montón de veces. Yo no capté dónde estaba el meollo de aquel melodrama si los dos protagonistas se necesitaban tanto el uno al otro.
AMA compraba, para leer en la tienda, unas novelas que tenían el distintivo de un alce: ‘Katrina,
CUANDO perdí en la playa mi cadena con la medallita de oro, no me dirigió la palabra en tres días.
A mi madre le encantaban los films de Disneey. Su preferido era ‘Bambi’. También el mío.
AMA retocaba la ropa de mi hermano para que yo la pudiera aprovechar: pantalones de pana ancha, una trenca con colmillos de plástico, prendas así. A pesar de ello, escogía con mimo las telas de los conjuntos dominicales que había de coserme la modista.
CIERTA vez compró un manual en un quiosco de la Gran Vía: ‘Vida sexual después de los cincuenta’. Sus amigas le tomaron el pelo. Habíamos ido a Bilbao en vacaciones de Navidad, al cine, una pandilla del pueblo. Tras su muerte encontré en un cajón de su mesita de noche un ensayo titulado ‘La mujer liberada’.
MI madre compraba por turnos los diarios ‘Deia’ y ‘Egin’. ‘Interviú’ semanalmente. Cada año nos ponía un tomo de cuentos o de cómics entre los regalos de Reyes. En su juventud, la Acción Católica hizo una pira de libros frente a la iglesia de la Compañía. No sé qué hizo mi madre con los suyos, si es que entonces tenía.
EN cierta ocasión un hombre timó a ‘amatxu’ a cuenta de un reloj falso. Nos aturde la verborrea.
‘CUÉNTASELO a la pared’, me recordaba sobre el mejor sistema de guardar un secreto. Aun así, por lo que respecta a los míos, más parezco una marmita con la tapa desajustada.
PARECE ser que mi madre tuvo un pretendiente de Gernika. En su época, los mozos debían escribir tres cartas a las chicas para que estas les respondieran con la primera misiva. Era el protocolo. Pero conoció a mi padre.
AMA era de la calle Tendería. ‘Aita’, mi padre, nació en Arranegi, el barrio pesquero.
ELLA, en realidad, vino al mundo en la recién construida barriada de Santa Ana, en Basurto. ‘Fui la primera niña; por eso mi nombre de pila’. Durante los años veinte, mi abuelo trabajó de carpintero en los astilleros Euskalduna, dejando atrás el caserío para seguir hasta la capital a mi abuela, que andaba de criada donde unos parientes. Se mudaron a Lekeitio antes de la guerra.
LAS almendras saladas y las garrapiñadas le gustaban muchísimo a mi madre; a mi padre, los callos y las huevas de pescado.
AMA y aita se dieron de bruces en la esquina de Beaskokalea antes de empezar a tratar. Ella supo lo que tenía que saber por el vuelco que algo le dio dentro.
MI abuelo y mi abuela pasaron muchos años recluidos en casa, ambos impedidos. Hasta hace nada se consideraba deshonroso ingresar en residencias a los mayores de la familia. La dedicación de mi madre al cuidado de los suyos no tuvo tacha. Yo no he estado a su altura en absoluto.
MI padre le ofreció su chaqueta en el autobús después de una tarde en San Martín de Arretxinaga. La tradición augura un cariño afortunado a quienes sortean, sin rozarlos, dos peñascos que se hallan muy próximos en dicho lugar. Mi madre se reafirmó en su juicio.
AMA guardó aquellas cartas durante una temporada y luego las quemó, por prudencia, También Ambrose Bierce abandonó a la hermosa Mollie tras veintitantos años de matrimonio al descubrir la nota que le había enviado un admirador. Se divorciaron. Mollie murió poco tiempo después.
HE encontrado unas doscientas cartas en el trastero durante el confinamiento de 2020, la correspondencia entre mis padres. Los sobres estaban completamente adheridos, enlazados con una goma. Se desmenuzaban como barquillo al separarlos.
ME gustaba ponerme el vestido de boda de mi madre para salir de fiesta en Nochevieja. Era de guipur y satén negro. Me apetecía casarme de ese color, pero elegí una diáfana seda salvaje por complacerla.
AMATXU era tonta a veces. Yo también.
MIS padres se fueron a Madrid de viaje de novios. En una foto, ella, con un traje estampado, pasea del brazo de su marido. Sesenta y dos años después me pregunto de dónde sacó su arrojo esa muchacha de la instantánea para nadar en las desoladoras aguas de la vida.
MI madre era valerosa y frágil. La vi muchas veces entera y muchas rota.
AMA me confesó con un esbozo de sonrisa que la noche de bodas le hizo ‘un poco de impresión’.
PREPARABA unos deliciosos huevos rellenos de atún con salsa de tomate. ‘Huevos mimosa’.
NO se tenía por ama de casa Ana María Plaza, aunque también lo era. ‘Yo siempre he trabajado fuera’. En mi opinión, fue su dependienta quien contribuyó a la conciencia de lo importante que es para las mujeres ejercer una profesión remunerada.
ELLA se habría alegrado si su hija hubiese continuado con su negocio, pero yo quería irme del pueblo para seguir estudiando. Sé que eso le causó una satisfacción más plena.
UNA vez le conté un sueño: el mercante se hundía y mi padre se ahogaba. ‘¿Y por qué no sueñas que te mueres tú?’, me contestó, torva. Ella nunca dormía si cuadraba borrasca y él estaba embarcado. Daba igual que estuviese en Durban, Rotterdam o Valparaíso.
MI madre alentó mis aficiones. Yo no sabía planchar, ni limpiar pescado, ni coser un botón. ‘Todo eso puedes aprenderlo más adelante’, me decía. Tenía razón.
SUS refranes más socorridos eran. “La avaricia rompe el saco”, “Haz bien sin mirar a quién”, “Quien mal anda mal acaba” y “Querer es poder”.
LA dependienta había escondido un paquete de propaganda comunista debajo de unos embalajes. Ama no lo supo hasta que la llevaron a comisaría.
MONTÓ nuestra primera ‘ikurriña’ cosiendo a máquina tres retales de chitz rojo, verde y blanco. La planchaba, sin excepción, la víspera del Aberri Eguna y de San Ignacio de Loiola para engalanar el balcón.
DE los desaciertos, el más decepcionante para Ane Plaza era la ingratitud. He salido a ella en eso.
‘¿SABES cuál es el beso más bonito que tu aita me ha dado nunca?’, me preguntó mi madre hace mucho. ‘El que me diste cuando tú naciste’. La acompañó en el paritorio. Luego comió un menú en un restaurante e invitó a café, copa y puro a un desconocido.
AMA pronunciaba con un énfasis espeluznante la palabra ‘parto’.
DIO a luz a su primogénito acostada sobre la mesa de la sala en un parto que duró tres días. La asistió una comadrona las primeras horas.
MI madre era devota de Rita de Casia. ‘Abogada de los imposibles’. Le encendía velas para que me ayudara a aprobar las matemáticas de Magisterio.
AMA recortaba noticias de publicaciones que me interesaban y me los daba los fines de semana: que si tal escritor, que si tal libro, que si tal certamen, que si tal.
PONGO velas a la foto de amatxu en mis momentos críticos por si está en algún lugar.
SIEMPRE que ocurría alguna desgracia, ella se lamentaba porque tenía que enfrentarse sola a ese trance. ‘Bueno, no del todo sola’.
EN las últimas palabras que mi madre musitó entre morfinas latía la justificación de mi existencia.
LE producía desazón quedarse atrapada en la muerte, sin carril ni hacia el cielo ni hacia el infierno por haber dejado de hacer lo correcto.
SI está en algún lugar, ama ha debido de disgustarse bastante por mi causa estos años. Más me vale quedarme con lo que me dice la gente.
PODRÍA seguir expresando a mi madre sin pausa ni final.
sábado, 23 de septiembre de 2023
REVOLUCIÓN. Un cuento de Slawomir Mrozek (Polonia, 1930)
viernes, 22 de septiembre de 2023
"LA MARCA DE NACIMIENTO". Un cuento de Nathaniel Hawthorne (1804-1864)
jueves, 21 de septiembre de 2023
Tertulia Literaria/Club de Lectura de la Prisión de Zaballa/Araba de Nanclares de la Oca (Álava)
miércoles, 20 de septiembre de 2023
"LA LEYENDA DEL TIEMPO" de Federico García Lorca, por Camarón de la Isla. Letras de un fragmento de la obra teatral Así que pasen cinco años" de 1933
El sueño va sobre el tiempo
flotando como un velero.
Nadie puede abrir semillas
en el corazón del sueño.
¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!
El tiempo va sobre el sueño
hundido hasta los cabellos.
Ayer y mañana comen
oscuras flores de duelo.
¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!
Sobre la misma columna,
abrazados sueño y tiempo,
cruza el gemido del niño,
la lengua rota del viejo.
¡Ay, cómo canta el alba, cómo canta!
¡Qué espesura de anémonas levanta!
Y si el sueño finge muros
en la llanura del tiempo,
el tiempo le hace creer
que nace en aquel momento.
¡Ay, cómo canta la noche, cómo canta!
¡Qué témpanos de hielo azul levanta!
"PURO CUENTO". Una libro descargable con una serie de cuentos tradicionales de la serie "Leer es mi cuento" (Plan Nacional de Lectura y Escritura (PNLE) de Colombia)
martes, 19 de septiembre de 2023
"LA PALABRA". Un poema del poeta ruso Arseni Tarkovski (1907 —1989)
Una palabra es solo una piel,
una delgada capa, un sonido hueco
pero un punto rosa late dentro,
y brilla un extraño fuego en él.
Una vena late, una arteria se curva.
Y no te importa del todo,
que eres afortunado
al haber nacido con una camisa.
Desde el comienzo de los tiempos
la palabra tiene poder.
Y si eres poeta y no tienes
mejor camino en este complicado mundo,
no describas tan temprano
las batallas o los ensayos del amor.
Cuidado con las profecías,
mejor no tentar a la muerte.
Una palabra es solo una piel,
una delgada capa de masas humanas,
y cualquier línea en tu poema
afila el cuchillo de las parcas.
1945.
lunes, 18 de septiembre de 2023
"TESIS SOBRE EL CUENTO. Los dos hilos: Análisis de las dos historias" Ricardo Pligia
sábado, 16 de septiembre de 2023
"NO QUIERO". Un poema de Ángela Figuera Aymerich
No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile el aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.
No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.
No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.
No quiero
que el labriego trabaje sin agua
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.
No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.
No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.
No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles
que jamás se fabriquen fusiles.
No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.
No quiero amar en secreto,
llorar en secreto
cantar en secreto.
No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO…
jueves, 14 de septiembre de 2023
miércoles, 13 de septiembre de 2023
"ALLENDE". Un poema de Mario Benedetti.
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y además los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo
Mario Benedetti
"CUENTOS PARA NIÑAS Y NIÑOS: HISTORIAS X LEER". Plan Nacional de Lecturas. Gobierno de Argentina
martes, 12 de septiembre de 2023
"AMORES". Un cuento de Luis Mateo Díez
lunes, 11 de septiembre de 2023
"DEL LADO DEL AMOR". Un poema de Natalia Bericat a las Madres de la Plaza de Mayo
@nicoilustraciones |
las del abrazo de fuego
las de las manos de hierro
las que guardan en su útero
la sangre de un pueblo
las que vociferan al cielo
las que nacieron en ronda
las valientes
las rebeldes
las nuestras
las locas de la plaza
las cuerdas de la historia
las madres que elegimos
para narrar la Memoria.
Del lado del amor
donde nadie se rinde
los pañuelos blancos
siguen latiendo
-con rabia y ternura-
en cada grito
en cada mirada
que batalla
contra el olvido.
domingo, 10 de septiembre de 2023
"UN LIBRO PERTURBADOR EN LA MOCHILA". Un artículo de Lola Pons Rodríguez publicado en El País el 9 de septiembre de 2023
sábado, 9 de septiembre de 2023
"QUEREMOS TANTO A GLENDA". Un cuento de Julio Cortázar
viernes, 8 de septiembre de 2023
"ESPERANDO A LOS BÁRBAROS". Un poema de Konstantino Kavafis (1863 – 1933) recitado por Luis Antonio de Villena
-¿Qué esperamos congregados en el foro?
Es a los bárbaros que hoy llegan.
-¿Por qué esta inacción en el Senado?
¿Por qué están ahí sentados sin legislar los Senadores?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
¿Qué leyes van a hacer los senadores?
Ya legislarán los bárbaros, cuando lleguen.
-¿Por qué nuestro emperador madrugó tanto
y en su trono, a la puerta mayor de la ciudad,
está sentado, solemne y ciñendo su corona?
Porque hoy llegarán los bárbaros.
Y el emperador espera para dar
a su jefe la acogida. Incluso preparó,
para entregárselo, un pergamino. En él
muchos títulos y dignidades hay escritos.
-¿Por qué nuestros dos cónsules y pretores salieron
hoy con rojas togas bordadas;
por qué llevan brazaletes con tantas amatistas
y anillos engastados y esmeraldas rutilantes;
por qué empuñan hoy preciosos báculos
en plata y oro magníficamente cincelados?
Porque hoy llegarán los bárbaros;
y espectáculos así deslumbran a los bárbaros.
-¿Por qué no acuden, como siempre, los ilustres oradores
a echar sus discursos y decir sus cosas?
Porque hoy llegarán los bárbaros y
les fastidian la elocuencia y los discursos.
-¿Por qué empieza de pronto este desconcierto
y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!)
¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían
y todos vuelven a casa compungidos?
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron.
Algunos han venido de las fronteras
y contado que los bárbaros no existen.
¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros?
Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.
jueves, 7 de septiembre de 2023
UNA BIBLIOTECA: "UN LUGAR DONDE PERDER LA INOCENCIA, SIN PERDER LA VIRGINIDAD". Piedad Bonnett
miércoles, 6 de septiembre de 2023
"LA COMADRE DE BATH". Un cuento de Chaucer que forma parte de "Los cuentos de Canterbury"
martes, 5 de septiembre de 2023
"AUTORRETRATO". Un poema de la poeta mexicana Rosario Castellanos
Yo soy una señora: tratamiento
arduo de conseguir, en mi caso, y más útil
para alternar con los demás que un título
extendido a mi nombre en cualquier academia.
Así, pues, luzco mi trofeo y repito:
yo soy una señora. Gorda o flaca
según las posiciones de los astros,
los ciclos glandulares
y otros fenómenos que no comprendo.
Rubia, si elijo una peluca rubia.
O morena, según la alternativa.
(En realidad, mi pelo encanece, encanece.)
Soy más o menos fea. Eso depende mucho
de la mano que aplica el maquillaje.
Mi apariencia ha cambiado a lo largo del tiempo
—aunque no tanto como dice Weininger
que cambia la apariencia del genio—. Soy mediocre.
Lo cual, por una parte, me exime de enemigos
y, por la otra, me da la devoción
de algún admirador y la amistad
de esos hombres que hablan por teléfono
y envían largas cartas de felicitación.
Que beben lentamente whisky sobre las rocas
y charlan de política y de literatura.
Amigas... hmmm... a veces, raras veces
y en muy pequeñas dosis.
En general, rehúyo los espejos.
Me dirían lo de siempre: que me visto muy mal
y que hago el ridículo
cuando pretendo coquetear con alguien.
Soy madre de Gabriel: ya usted sabe, ese niño
que un día se erigirá en juez inapelable
y que acaso, además, ejerza de verdugo.
Mientras tanto lo amo.
Escribo. Este poema. Y otros. Y otros.
Hablo desde una cátedra.
Colaboro en revistas de mi especialidad
y un día a la semana publico en un periódico.
Vivo enfrente del Bosque. Pero casi
nunca vuelvo los ojos para mirarlo. Y nunca
atravieso la calle que me separa de él
y paseo y respiro y acaricio
la corteza rugosa de los árboles.
Sé que es obligatorio escuchar música
pero la eludo con frecuencia. Sé
que es bueno ver pintura
pero no voy jamás a las exposiciones
ni al estreno teatral ni al cine-club.
Prefiero estar aquí, como ahora, leyendo
y, si apago la luz, pensando un rato
en musarañas y otros menesteres.
Sufro más bien por hábito, por herencia, por no
diferenciarme más de mis congéneres
que por causas concretas.
Sería feliz si yo supiera cómo.
Es decir, si me hubieran enseñado los gestos,
los parlamentos, las decoraciones.
En cambio me enseñaron a llorar. Pero el llanto
es en mí un mecanismo descompuesto
y no lloro en la cámara mortuoria
ni en la ocasión sublime ni frente a la catástrofe.
Lloro cuando se quema el arroz o cuando pierdo
el último recibo del impuesto predial.
lunes, 4 de septiembre de 2023
"EL LIBRO". Un "articuento" de Juan José Millás.
domingo, 3 de septiembre de 2023
«EL POETA». Un cuento de Hermann Hesse traducido por Carlos Javier González Serrano
sábado, 2 de septiembre de 2023
"EN PAZ". Un poema de Amado Nervo
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
viernes, 1 de septiembre de 2023
"TOLSTÓI Y EL SENTIDO DE LA VIDA". Un artículo de David Lorenzo Cardiel publlicado en Ethic el 8 de mayo de 2023
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El cuento transcurre en un espacio acotado, un hotel al que suelen concurrir viajantes de comercio. Un lugar de tránsito. Todo hace pensa...
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Había una vez un pescador de bastante edad y tan pobre que apenas ganaba lo necesario para alimentarse con su esposa y sus tres hijos. Toda...
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Entre los personajes más célebres de la literatura oral, del folklore popular, está el hombre lobo o lobizón, que tiene también versiones fe...
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Érase una vez un monstruo que vivía tranquilamente en la ladera oeste de una montaña. En la ladera este de la montaña vivía otro monstruo...
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Saltó la barda de su casa. Detrás del solar de doña Luz estaba la calle; la otra calle, con sus piedras untadas de sol, que se hacían musica...