martes, 31 de enero de 2023

"EL ÁRBOL, EL RÍO, EL HOMBRE". Un poema de Julio Cortázar recitado por Atahualpa Yupanki

 

Al árbol ya cortado
no lo claves en tierra,
porque su copa seca
no engañará a los pájaros.

Al río que discurre
no le levantes diques,
porque en el aire libre
cabalgarán las nubes.

Al hombre desterrado
no le hables de su casa.
La verdadera patria
caro la está pagando

El árbol ya cortado
el río que discurre
y el hombre desterrado
caro lo están pagando

Tanto vivir entre piedras,
yo creí que conversaban;
voces no he sentido nunca,
pero el alma no me engaña.

Algún algo han de tener,
aunque parezcan calladas:
‎temblor, sombra o qué sé yo, 
igual que si conversaran.

¡Ojalá pudiera un día 
vivir así, sin palabras!
¡Ojalá pudiera un día 
vivir así, sin palabras. 

Al hombre desterrado
no le hables de su casa.
La verdadera patria
caro la está pagando

 

lunes, 30 de enero de 2023

"ENTRE LA ESCUELA Y EL SURCO. La experiencia de niños y niñas migrantes a partir de sus relatos de vida". Un libro de Carlos Rafael Rodríguez Solera

Uno de los principales propósitos del texto es darle voz a los migrantes. La idea básica es que el investigador se convierta en un vehículo, para poner al lector en contacto con esas niñas, niños y jóvenes. Es lo que intentamos hacer, especialmente en los capítulos 2, 3, 4 y 5, donde buscamos que la voz cantante sea la de las personas entrevistadas.

Con demasiada frecuencia las voces de los migrantes han sido grabadas, procesadas, sistematizadas y analizadas por investigadores que toman esas expresiones como parte de sus objetos de estudio, pero al convertirse en intermediarios entre las personas que entrevistan y los lectores suelen exponer solamente sus propias reflexiones, por lo que, de manera involuntaria, impiden que los demás conozcan de viva voz lo que dijeron sus informantes.


ÍNDICE

Agradecimientos 11
Introducción 15

Capítulo 1. Discusiones conceptuales y metodología 25
Capítulo 2. No accedieron a la educación básica 43
  • 2.1 Itinerarios escolares 45
  • 2.2 Itinerarios laborales 53
  • 2.3 Itinerarios migratorios 58
  • 2.4 Relación entre itinerarios laborales, migratorios y escolares 61
Capítulo 3. Abandonaron antes de concluir la educación básica 67
  • 3.1 Itinerarios escolares 69
  • 3.2 Itinerarios laborales 102
  • 3.3 Itinerarios migratorios 106
  • 3.4 Relación entre itinerarios laborales, migratorios y escolares 113
Capítulo 4. Trayectorias regulares sin problemas de extraedad 121
  • 4.1 Itinerarios escolares 122
  • 4.2 Itinerarios laborales 129
  • 4.3 Itinerarios migratorios 140
  • 4.4 Relación entre itinerarios laborales, migratorios y escolares 152
Capítulo 5. Concluyeron la educación básica 159
  • 5.1 Enfoque en los casos de migrantes que concluyeron la educación básica 159
  • 5.2 Relatos de migrantes que lograron concluir la educación básica 161
Capítulo 6. Conclusiones y análisis de conjunto 203
  • 6.1 Casos de reproducción del rezago educativo 205
  • 6.2 Casos de superación del rezago educativo 208
Referencias 217
Reseña de las personas entrevistadas y de las que realizaron
las entrevistas 223
Personas entrevistadas 223
Personas que realizaron las entrevistas

domingo, 29 de enero de 2023

"LA MOSCA QUE SOÑABA QUE ERA UN ÁGUILA". Una fábula de Augusto Monterroso

Había una vez una mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.

En los primeros momentos esto la volvía loca de felicidad; pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia, pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico demasiado duro y las garras demasiado  fuertes; bueno que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles o sobre las inmundicias humanas, así como surgir a conciencia dándose topes contra los vidrios de su cuarto.

En realidad no quería andar en las grandes alturas, o en los espacios libres, ni mucho menos.

Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un Águila para remontar montañas, y se sentía tristísima de ser una Mosca, y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas, hasta que lentamente, por la noche, volvía a poner las sienes en la almohada.

sábado, 28 de enero de 2023

"EL AMOR EXISTE". Un poema de la urugüaya Cristina Peri Rossi

El amor existe
como un fuego
para abrasar en su belleza
toda la fealdad del mundo.

El amor existe
como un presente de las diosas
benignas
a quienes aman la belleza
y la multiplican,
como los panes y los peces.

El amor existe
como un don
sólo para quienes están dispuestas
a renunciar
a cualquier otro don.

El amor existe
para habitar el mundo
como si fuera
el paraíso
que un amante distraído perdió
por pereza
por falta de sabiduría.

El amor existe
para que estallen los relojes
lo largo se vuelva corto

lo breve infinito

y la belleza borre
la fealdad del mundo.

viernes, 27 de enero de 2023

"LA FE Y LAS MONTAÑAS". Una fábula de Augusto Monterroso

Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.

Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.

La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio.

Cuando en la carrera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo y ligerísimo atisbo de Fe.

jueves, 26 de enero de 2023

"ACOMPAÑAR A LA ALFABETIZACIÓN: UN COMPROMISO COLECTIVO". Colección de EDUCACIÓN COMUNITARIA (Gobierno de Argentina)

Es un material que hemos elaborado en equipos conformados por educadoras y educadores comunitarios, y especialistas de diferentes áreas y disciplinas, y que esperamos sea un aporte en la construcción de herramientas para quienes, en el territorio, acompañan y garantizan trayectorias educativas de niñas, niños y jóvenes. En cada cuaderno encontrarán un material especialmente diseñado para ustedes: cada palabra, cada ilustración, cada actividad fueron pensadas, discutidas y vueltas a elaborar a la luz de ser compartidas con experiencias de educación comunitaria. Sus voces son una parte central de la colección; esta retoma muchas de las demandas que los casi 4.000 educadoras y educadores que hicieron los talleres desde La Quiaca hasta Ushuaia, y desde del mar hasta la cordillera, nos hicieron llegar: alfabetización inicial, educación sexual integral, educación ambiental, ciencias, arte, lecturas y ciencias de la computación, pensados en su totalidad. No es un material de recetas mágicas, sino una propuesta pedagógica que nos invita a promover y acompañar el aprendizaje en un mundo que no es el aula de la escuela pero que, a la luz de las diferentes complejidades que trajo la pandemia, sabe de su rol para acompañar y promover la continuidad pedagógica de las chicas y chicos, adolescentes, jóvenes y personas adultas.

ÍNDICE
EDUCACIÓN Y COMUNIDAD
INTRODUCCIÓN
  1. ENFOQUES EN ALFABETIZACIÓN INICIAL: ¿QUÉ SIGNIFICA ESTAR ALFABETIZADO?
  2. SISTEMA DE ESCRITURA Y LENGUAJE ESCRITO: DOS PUNTAS DEL MISMO OVILLO
  3. APRENDER EL SISTEMA DE ESCRITURA: LOS DISTINTOS MOMENTOS DEL PROCESO. CARACTERÍSTICAS Y AYUDAS POSIBLES
  4. ¿QUÉ ES ESCRIBIR Y CÓMO SE APRENDE?
  5. ¿QUÉ ES LEER Y CÓMO SE APRENDE?
  6. LAS CUATRO SITUACIONES DIDÁCTICAS FUNDAMENTALES. SÍNTESIS
  7. APRENDER CON OTRAS Y OTROS: MODOS DE AGRUPAMIENTO
  8. QUE ANDAMOS HACIENDO
  9. RECAPITULANDO
  10. RECURSERO
  11. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA


miércoles, 25 de enero de 2023

lunes, 23 de enero de 2023

"12 DE SEPTIEMBRE DE 1936". Un poema de Mariluz Escribano Puedo

A esa serie que engarza drama íntimo y drama nacional pertenece el poema «12 de septiembre de 1936» , fechado en el momento del asesinato de su padre, Agustín Escribano, catedrático de geografía y director de la Escuela Normal de Maestros de Granada, cuando la poeta no había cumplido un año de edad. El poema se construye como un monólogo de la madre viuda que sería represaliada y debería marcharse de Granada en 1937 con su hija de nueve meses: 

Mariluz, pequeña, niña sin padre.
En qué lugar encontrarás sus manos
en dónde su palabra y su sonrisa,
en qué lugar sus ojos apagados,
cegados por cemento y tierra roja.

No hay árbol que cobije la ignominia
de una muerte con fierros y fusiles,
con descargas de balas asesinas
y un doce de septiembre ya en la historia.

En la Sabika, en esa arcilla roja,
te derrumbaste con los ojos turbios.
Nadie acudió al estruendo de la muerte
y unos pájaros tristes
levantaron su vuelo en los olivos



sábado, 21 de enero de 2023

"UNA LLAVE, UN MAR, UN PUENTE: El impacto de la selección de libros en la formación de los lectores". Un libro de Carolina Martínez Arroyo


Cuando comencé a pensar este libro, estábamos cursando casi un año de pandemia. Las necesidades de las bibliotecas públicas, escolares o populares, así como las necesidades de los y las bibliotecarios/as, y de los y las usuarios/as habían cambiado de manera radical. Y mientras avanzaba en esta tarea me di cuenta de que este libro debía ir cambiando como va cambiando el mundo.

Estoy convencida de que las bibliotecas no son el edificio, ni los acervos, ni los servicios que cada una brinda en particular. Son la relación dialéctica que acontece entre el espacio público, los y las usuarios/as, los libros y los servicios. Es en esa relación dialéctica en donde se están produciendo los cambios más importantes y necesarios pues los y las bibliotecarios/as están desplegando múltiples esfuerzos para seguir cerca de sus usuarios y usuarias.

... Voy a revisar algunas de las ideas que tenemos acerca de qué es leer, qué es lectura y cómo se lee en la actualidad, dejando de lado preconceptos y prejuicios. 

Voy a intentar observar algunos de los criterios con los que selectores y selectoras pensamos y elegimos los materiales que forman parte del acervo de las bibliotecas escolares con el objetivo de ordenar los saberes y aptitudes que necesita alguien que quiere encarar la tarea de elegir materiales para una escuela, para muchas escuelas, para todas las escuelas de un país. Esto, por supuesto, teniendo en consideración que no existe una colección universal para todos los niños y las niñas, para todas las regiones, zonas, provincias. Cada escuela tendrá sus focos, programas y áreas de énfasis. Cada modelo educativo marcará de manera importante las compras que se hagan según sus necesidades pedagógicas.


viernes, 20 de enero de 2023

"NUEVA TERTULIA DIALÓGICA EN PEÑASCAL KOOPERATIBA".

 Ayer jueves tuvimos una nueva sesión de Tertulia Dialógica en Peñascal-Boluetabarri. En este caso, el tema sobre el que versaban los materiales y sobre el que dialogamos durante dos horas era el de "ORIENTACIÓN E IDENTIDAD SEXUAL".

La tertulia estuvo muy animada, con una alta participación y con un debate sereno y profundo. La valoración, según me ha comunicado esta mañana Aitor, su profesor, ha sido muy positiva. Se nota que ya llevamos varias sesiones y que esto hace que exista más confianza y menos recelos a la hora de hablar, y eso que los temas suelen ser polémicos.

Aquí tenéis los materiales que utilizamos para la sesión, y desde aquí os los podéis bajar.

Álbum ilustrado: “Tres con tango

Cuento: “El marica”. Abelardo Castillo

Artículos: “¿Llorar como una mujer?”. Miguel Loza y El activismo queer ha conseguido que no sea necesario debatir para que ciertas ideas se implanten.” José Errasti

Viñetas: OR/ID Sexual

jueves, 19 de enero de 2023

"MORIR NOS VAMOS A MORIR TODOS, PARECE". Un cuento de Patricia Suarez

Patricia Suarez
Cuando mi abuela estaba por cumplir los 80 años, mi madre ordenó que le hiciéramos una gran fiesta. Ese cumpleaños podría tratarse del último de su vida, afirmó. Con insolencia adolescente, repliqué que Indra Devi, la primera mujer del yoga en América, ya había pasado largo los 90. Vi a mi madre palidecer; porque, todo hay decirlo, odiaba a su suegra y la quería ver muerta.

-Eso no pasará – dijo mi madre más como un deseo que un anuncio -tu abuela no practica yoga.

El cumpleaños resultó un éxito aunque mi abuela no era muy efusiva. Sopló las velitas -mi madre hizo notar la poca fuerza de los pulmones de mi abuela – y cuando le preguntamos si había pedido los tres deseos se encogió de hombros y contestó que no tenía mucho para pedir.

Su único divertimento era pasarse la noche en vela -ya se sabe que los viejos duermen muy poco – sentada en el borde de la cama y mirando programas de la televisión italiana. Con los años, mi abuela se puso un poco senil y a veces tocaba el control remoto que estaba a su lado, y cambiaba el canal del programa que estaba viendo. Pero esto no la perturbaba, sino que el nuevo programa pasaba a formar parte de un programa mucho más extenso, ómnibus, donde la vida se veía como es: mezclada. Por ejemplo: ella estaba atenta a las críticas políticas que hacían unos periodistas romanos a Silvio Berlusconi por su primera presidencia, que había dejado mucho que desear. De pronto, el televisor pasaba a un programa del National Geographic donde se narraba cómo durante una estampida de ñus en el desierto del Serengeti, se les hacía el campo orégano a los leones y arremetían contra las bestias. Mi abuela sacaba en conclusión que uno de los peores pecados del corrupto presidente Berlusconi había sido matar salvajemente a los ñus en el África.

En el año 2002 falleció Indra Devi con 103 años y poco después mi madre tuvo una mala caída y se nos fue. Mi abuela, ante la dolorosa pérdida de mi madre, se encogió de hombros, y trató de consolarnos con frases consabidas, ese rosario de lugares comunes para el pésame.

Iba desde “así es la vida” a “morir nos vamos a morir todos, parece”. Mi hermana me llamó la atención que eso de “parece” no está en la frase original, porque si hay algo seguro desde el día que nacemos es morir nos vamos a morir todos, todos.

No puedo decir que la muerte de mi madre haya afectado emocionalmente a mi abuela, pero tal vez sí el temor a dejar ella este mundo. No sé, es una idea mía. Lo que sí empezó a manifestar es que se estaba quedando sola, su nuera “había partido, la pobrecita”; mi papá estaba enfermo de gota; mi hermana se había mudado con su marido de turno a Brasilia; yo tenía mis propia familia, vale decir, mis propios líos familiares. Por eso, cada vez que la visitaba, mi abuela expresaba con nostalgia: “Si supiera leer y escribir, me habría gustado mantener correspondencia con mi abuelita Antonietta que quedó allá solita en las colinas de Ascoli-Piceno”. Yo le sonreía para no salirle con la cruda verdad; si mi abuela tenía ya sus 90 añitos, su abuelita debería contar aproximadamente ciento treinta años y en el caso de que viviera, lo sabríamos, porque habría salido como un portento, en el diario. CONTINUAR LEYENDO

miércoles, 18 de enero de 2023

"SUBÍ MI SOLEDAD A LA VENTANA...". Un poema de Juan José Vélez Otero

SUBÍ mi soledad a la ventana
por ver los grajos tristes de la tarde,
por ver la destruccion del horizonte
y oír la antigua voz de las campanas.
Subí por ver la luz de los ribazos
morir cual muere el gozo en las pupilas,
por ver pasar el tiempo disfrazado
hacia la historia incierta de la noche.
Subí por respirar brisas de malva
y el aire joven, vivo, tembloroso
que mueve cada tarde las celindas.
Subí mi soledad a la ventana
sin alas ni reloj, buscando sólo
el son de una canción y he descubierto
que tengo el corazón en el exilio
y muerta la ilusión en el olvido.


martes, 17 de enero de 2023

"EL MONO QUE QUISO SER ESCRITOR SATÍRICO". Una fábula de Augusto Monterroso

En la Selva vivía una vez un Mono que quiso ser escritor satírico.

Estudió mucho, pero pronto se dio cuenta de que para ser escritor satírico le faltaba conocer a la gente y se aplicó a visitar a todos y a ir a los cocteles y a observarlos por el rabo del ojo mientras estaban distraídos con la copa en la mano.

Como era de veras gracioso y sus ágiles piruetas entretenían a los otros animales, en cualquier parte era bien recibido y él perfeccionó el arte de ser mejor recibido aún.

No había quien no se encantara con su conversación y cuando llegaba era agasajado con júbilo tanto por las Monas como por los esposos de las Monas y por los demás habitantes de la Selva, ante los cuales, por contrarios que fueran a él en política internacional, nacional o doméstica, se mostraba  nvariablemente comprensivo; siempre, claro, con el ánimo de investigar a fondo la naturaleza humana y poder retratarla en sus sátiras.

Así llegó el momento en que entre los animales era el más experto conocedor de la naturaleza humana, sin que se le escapara nada. Entonces un día dijo voy a escribir en contra de los ladrones, y se fijó en la Urraca, y principió a hacerlo con entusiasmo y gozaba y se reía y se encaramaba de placer a los árboles por las cosas que se le ocurrían acerca de la Urraca; pero de repente reflexionó que entre los animales de sociedad que lo agasajaban había muchas Urracas y especialmente una, y que se iban a ver retratadas en su sátira, por suave que la escribiera, y desistió de hacerlo.

Después quiso escribir sobre los oportunistas, y puso en ojo en la Serpiente, quien por diferentes medios auxiliares en realidad de su arte adulatorio lograba siempre conservar, o sustituir, mejorándolos, sus 
cargos; pero varias Serpientes amigas suyas, y especialmente una, se sentirían aludidas y desistió de hacerlo.

Después deseó satirizar a los laboriosos compulsivos y se detuvo en la Abeja, que trabajaba  estúpidamente sin saber para qué ni para quién; pero por miedo de que sus amigos de este género, y especialmente uno, se ofendieran, terminó comparándola favorablemente con la Cigarra, que egoísta no hacía más que cantar y cantar dándose las de poeta, y desistió de hacerlo.

Después se le ocurrió escribir contra la promiscuidad sexual y enfiló su sátira contra las Gallinas adúlteras que andaban todo el día inquietas en busca de Gallitos; pero tantas de éstas lo habían recibido
que temió lastimarlas, y desistió de hacerlo.

Finalmente elaboró una lista completa de las debilidades y los defectos humanos y no encontró contra quién dirigir sus baterías, pues todos estaban en los amigos que compartían su mesa y en él mismo.

En ese momento renunció a ser escritor satírico y le empezó a dar por la Mística y el Amor y esas cosas; pero a raíz de eso, ya se sabe cómo es la gente, todos dijeron que se había vuelto loco y ya no lo recibieron tan bien ni con tanto gusto.

lunes, 16 de enero de 2023

"TODOS LOS TERRITORIOS SON MI TIERRA". Discurso inaugural de la Feria de Fráncfort 2022, con España como país invitado. Irene Vallejo

Existe un atlas, la literatura, donde todos los territorios son mi tierra. Puedo adentrarme en ellos al leer, con el caminar de los ojos y la imaginación. Estos viajes sin límites son posibles gracias al oficio de la traducción, un fabuloso hallazgo humano que alguien –cuyo nombre no recordamos– inventó en tiempos remotos, en el érase una vez de los cuentos. Como escribió José Saramago, los escritores hacen las literaturas nacionales, mientras los traductores construyen la literatura universal. A quienes me han regalado la patria de su idioma, a quienes aceptan ser yo para que yo sea otra, mi familia de Babel, quiero expresarles mi gratitud infinita. Ahora mismo mis palabras se desdoblan en una traducción. El mismo río con distinta agua. Idéntica partitura, con diferente instrumento. Este discurso resuena en dimensiones paralelas que nos permiten estar juntos, las ideas cambian de piel para seguir palpitando: es el arte de unir universos, una tarea de bastidores y penumbras.

Les pido que agucen el oído y escuchen, aunque sonó hace siglos, la percusión rítmica de cascos de caballos. Los jinetes son hombres sabios: astrónomos, físicos, matemáticos, filósofos. Acuden desde toda Europa, por tierra y mar. De sus ropas polvorientas brota un hedor desagradable a sudor de senderos, bosques, posadas, establos y puertos: la fetidez acompaña al trotamundos de la Baja Edad Media. Estos individuos malolientes y hambrientos de saber viajan a la ciudad de Toledo, en Castilla, encrucijada de Oriente y Occidente, el lugar donde se conservan y traducen cuidadosamente los rescoldos de la sabiduría clásica y bizantina, enriquecida por el conocimiento científico y literario hindú, reinterpretado por la cultura islámica y traído a la península ibérica por la dinastía Omeya. En ese territorio de frontera se condensa una larga historia mediterránea de esplendores. ¿Qué persiguen nuestros hediondos personajes? Han cruzado el continente en busca de traducciones que copiarán y enviarán, en baúles o alforjas, dando tumbos, a las universidades, monasterios y estudios de Montpellier, de Marsella, de París, de Bolonia, de Pisa, de Oxford, de Praga, de Viena, de Heidelberg. CONTINUAR LEYENDO


domingo, 15 de enero de 2023

El cuento de Charles Perrault [Baró, Teodoro (trad.)] de "CAPERUCITA ROJA" no tenía final feliz

En tiempo del rey que rabió, vivía en una aldea una niña, la más linda de las aldeanas, tanto que loca de gozo estaba su madre y más aún su abuela, quien le había hecho una caperuza roja; y tan bien le estaba que por caperucita roja conocíanla todos. Un día su madre hizo tortas y le dijo:

- Irás á casa de la abuela a informarte de su salud, pues me han dicho que está enferma. Llévale una torta y este tarrito lleno de manteca.

Caperucita roja salió enseguida en dirección a la casa de su abuela, que vivía en otra aldea. Al pasar por un bosque encontró al compadre lobo que tuvo ganas de comérsela, pero a ello no se atrevió porque había algunos leñadores. Preguntola a dónde iba, y la pobre niña, que no sabía fuese peligroso detenerse para dar oídos al lobo, le dijo:

- Voy a ver a mi abuela y a llevarle esta torta con un tarrito de manteca que le envía mi madre.
- ¿Vive muy lejos? -Preguntole el lobo.
- Sí, -contestole Caperucita roja- a la otra parte del molino que veis ahí; en la primera casa de la aldea.
- Pues entonces, añadió el lobo, yo también quiero visitarla. Iré a su casa por este camino y tú por aquel, a ver cual de los dos llega antes.

El lobo echó a correr tanto como pudo, tomando el camino más corto, y la niña se fue por el más largo entreteniéndose en coger avellanas, en correr detrás de las mariposas y en hacer ramilletes con las florecillas que hallaba a su paso.

Poco tardó el lobo en llegar a la casa de la abuela. Llamó: ¡pam! ¡pam!

- ¿Quién va?
- Soy vuestra nieta, Caperucita roja -dijo el lobo imitando la voz de la niña. Os traigo una torta y un tarrito de manteca que mi madre os envía.

La buena de la abuela, que estaba en cama porque se sentía indispuesta, contestó gritando:

- Tira del cordel y se abrirá el cancel.

Así lo hizo el lobo y la puerta se abrió. Arrojose encima de la vieja y la devoró en un abrir y cerrar de ojos, pues hacía más de tres días que no había comido. Luego cerró la puerta y fue a acostarse en la cama de la abuela, esperando a Caperucita roja, la que algún tiempo después llamó a la puerta: ¡pam! ¡pam!

- ¿Quién va?

Caperucita roja, que oyó la ronca voz del lobo, tuvo miedo al principio, pero creyendo que su abuela estaba constipada, contestó:

- Soy yo, vuestra nieta, Caperucita roja, que os trae una torta y un tarrito de manteca que os envía mi madre.

El lobo gritó procurando endulzar la voz:

- Tira del cordel y se abrirá el cancel.

Caperucita roja tiró del cordel y la puerta se abrió. Al verla entrar, el lobo le dijo, ocultándose debajo de la manta:

- Deja la torta y el tarrito de manteca encima de la artesa y vente a acostar conmigo.

Caperucita roja lo hizo, se desnudó y se metió en la cama. Grande fue su sorpresa al aspecto de su abuela sin vestidos, y le dijo:

- Abuelita, tenéis los brazos muy largos.
- Así te abrazaré mejor, hija mía.
- Abuelita, tenéis las piernas muy largas.
- Así correré más, hija mía.
- Abuelita, tenéis las orejas muy grandes.
- Así te oiré mejor, hija mía.
- Abuelita, tenéis los ojos muy grandes.
- Así te veré mejor, hija mía.
- Abuelita, tenéis los dientes muy grandes.
- Así comeré mejor, hija mía.

Y al decir estas palabras, el malvado lobo arrojose sobre Caperucita roja y se la comió.

Moraleja

La niña bonita,
la que no lo sea,
que a todas alcanza
esta moraleja,
mucho miedo, mucho,
al lobo le tenga,
que a veces es joven
de buena presencia,
de palabras dulces,
de grandes promesas,
tan pronto olvidadas
como fueron hechas.


sábado, 14 de enero de 2023

"CONFESIONES". Un poema de Luis García Montero a su esposa la escritora Almudena Grandes

Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.

Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.

Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
el amor se abrace con la muerte
y se pongan más serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.

viernes, 13 de enero de 2023

"LA ABUELITA". Un cuento de Hans Christian Andersen

Abuelita es muy vieja, tiene muchas arrugas y el pelo completamente blanco, pero sus ojos brillan como estrellas, sólo que mucho más hermosos, pues su expresión es dulce, y da gusto mirarlos. También sabe cuentos maravillosos y tiene un vestido de flores grandes, grandes, de una seda tan tupida que cruje cuando anda. Abuelita sabe muchas, muchísimas cosas, pues vivía ya mucho antes que papá y mamá, esto nadie lo duda. Tiene un libro de cánticos con recias cantoneras de plata; lo lee con gran frecuencia. En medio del libro hay una rosa, comprimida y seca, y, sin embargo, la mira con una sonrisa de arrobamiento, y le asoman lágrimas a los ojos. ¿Por qué abuelita mirará así la marchita rosa de su devocionario? ¿No lo sabes? Cada vez que las lágrimas de la abuelita caen sobre la flor, los colores cobran vida, la rosa se hincha y toda la sala se impregna de su aroma; se esfuman las paredes cual si fuesen pura niebla, y en derredor se levanta el bosque, espléndido y verde, con los rayos del sol filtrándose entre el follaje, y abuelita vuelve a ser joven, una bella muchacha de rubias trenzas y redondas mejillas coloradas, elegante y graciosa; no hay rosa más lozana, pero sus ojos, sus ojos dulces y cuajados de dicha, siguen siendo los ojos de abuelita.

Sentado junto a ella hay un hombre, joven, vigoroso, apuesto. Huele la rosa y ella sonríe -pero ya no es la sonrisa de abuelita!- sí, y vuelve a sonreír. Ahora se ha marchado él, y por la mente de ella desfilan muchos pensamientos y muchas figuras; el hombre gallardo ya no está, la rosa yace en el libro de cánticos, y... abuelita vuelve a ser la anciana que contempla la rosa marchita guardada en el libro.

Ahora abuelita se ha muerto. Sentada en su silla de brazos, estaba contando una larga y maravillosa historia.

- Se ha terminado -dijo- y yo estoy muy cansada; dejadme echar un sueñecito.

Se recostó respirando suavemente, y quedó dormida; pero el silencio se volvía más y más profundo, y en su rostro se reflejaban la felicidad y la paz; habríase dicho que lo bañaba el sol... y entonces dijeron que estaba muerta.

La pusieron en el negro ataúd, envuelta en lienzos blancos. ¡Estaba tan hermosa, a pesar de tener cerrados los ojos! Pero todas las arrugas habían desaparecido, y en su boca se dibujaba una sonrisa. El cabello era blanco como plata y venerable, y no daba miedo mirar a la muerta. Era siempre la abuelita, tan buena y tan querida. Colocaron el libro de cánticos bajo su cabeza, pues ella lo había pedido así, con la rosa entre las páginas. Y así enterraron a abuelita.

En la sepultura, junto a la pared del cementerio, plantaron un rosal que floreció espléndidamente, y los ruiseñores acudían a cantar allí, y desde la iglesia el órgano desgranaba las bellas canciones que estaban escritas en el libro colocado bajo la cabeza de la difunta. La luna enviaba sus rayos a la tumba, pero la muerta no estaba allí; los niños podían ir por la noche sin temor a coger una rosa de la tapia del cementerio. Los muertos saben mucho más de cuanto sabemos todos los vivos; saben el miedo, el miedo horrible que nos causarían si volviesen. Pero son mejores que todos nosotros, y por eso no vuelven. Hay tierra sobre el féretro, y tierra dentro de él. El libro de cánticos, con todas sus hojas, es polvo, y la rosa, con todos sus recuerdos, se ha convertido en polvo también. Pero encima siguen floreciendo nuevas rosas y cantando los ruiseñores, y enviando el órgano sus melodías. Y uno piensa muy a menudo en la abuelita, y la ve con sus ojos dulces, eternamente jóvenes. Los ojos no mueren nunca. Los nuestros verán a abuelita, joven y hermosa como antaño, cuando besó por vez primera la rosa, roja y lozana, que yace ahora en la tumba convertida en polvo.

FIN

jueves, 12 de enero de 2023

"EL CALLEJÓN DE LOS CUENTOS". Un artículo de Irene Vallejo publicado en Milenio el 7 de enero de 2023

Un buen día le contaste a tu hijo el primer cuento antes de dormir. Desde entonces, noche tras noche, exploráis juntos un atlas interminable de aventuras y fantasías. En vuestro ritual nocturno, con sus ceremonias y su liturgia repetida, querrías llevarle a recorrer los pasajes más íntimos de tus propios paisajes, tus autores amados, tus queridos mitos. Pero el niño reclama una y otra vez sus historias preferidas, vigilando que no cambies ni una sola palabra: su libertad está aprendiendo a hablar.

Durante siglos, la niñez fue una edad sin voz, un tiempo de silencio. La palabra latina infantia significaba ‘sin habla’. Había poco interés por el mundo interior de los niños, a los que consideraban seres incompletos, bocetos del futuro. Con frecuencia, los artistas los representaban como hombres y mujeres en miniatura. Los investigadores afirman que esa indiferencia se debía a la altísima tasa de mortalidad infantil: era una estrategia para evitar el apego. Esa mentalidad cambió con los avances de la higiene, la medicina y la pedagogía ilustrada. Los pintores Chardin y Goya empezaron a reflejar los juegos y las miradas infantiles sin gestos encorsetados. Dickens denunció en sus novelas la crueldad contra los más pequeños, y Freud subrayó la trascendencia de esos primeros años en nuestra personalidad. Tras un largo movimiento pendular, hoy está bien visto afirmar que mantienes vivo al niño que llevas dentro.

En una vieja caja metálica guardas la única posesión que conservas de tus bisabuelos. A través de los desgarros de la guerra y los años de privaciones, tu abuela protegió como un tesoro la colección de cuentos de la editorial Calleja. Desde esos libritos en miniatura, del tamaño de tu meñique, te hablan zorros con gafas, hijas de molineros y habitantes de Jauja. Cada historia incluía ilustraciones y la biografía de un personaje célebre. Sus páginas popularizaron aquel “fueron felices y comieron perdices”, un desenlace glotón que todavía sobrevive. A finales del siglo XIX, en un país que pasaba hambre y donde aún pocos niños sabían leer, Saturnino Calleja quiso llegar a todos los bolsillos y a todas las escuelas. Lanzó larguísimas tiradas abaratando los precios para divulgar la lectura y regaló ejemplares a los colegios más pobres. Reclutó a los mejores ilustradores y a escritores como Zenobia Camprubí o Juan Ramón Jiménez. En esas minucias, que caben en la palma de tu mano, latía una revolución: la letra entraría, no con sangre, sino con sueños.

Quizá por eso, la fábrica de sueños se interesó pronto por los cuentos. Uno de los más asombrosos encontró su “érase una vez” en Teruel. Allí había nacido un joven delineante que, en 1899, tuvo la estrafalaria idea de emigrar a París y enrolarse en la enloquecida tripulación del gran invento de la época: el cinematógrafo. Segundo de Chomón, que aunaba el espíritu del ingeniero con la fascinación de un mago, se convirtió en el maestro internacional de los efectos especiales, contratado en su época por los mejores cineastas europeos. Deslumbrado por los cuentos de Calleja, Chomón los adaptó a películas protagonizadas por demonios y duendes saltimbanquis, donde los objetos se movían solos o donde Gulliver descubría boquiabierto gigantes y liliputienses. A partir de esas narraciones tradicionales creó prodigiosas fantasmagorías, cimentó un trabajo pionero en la animación y nos legó ilusiones inolvidables.

En aquellos primeros tiempos, el cine era mudo –como debían serlo también los niños–, y, tal vez por eso, muchas voces lo despreciaron por considerarlo un espectáculo pueril e insustancial. Intelectuales como Unamuno y Antonio Machado criticaron aquellas primeras películas sin ser capaces de ver en ellas, como Chomón, la llamada al asombro, la magia y la maravilla que late desde siempre en los relatos susurrados alrededor de la hoguera. Saturnino y Segundo confiaron en el poder de la imaginación: sus innovaciones cambiaron el paisaje de nuestras ficciones. Contar cuentos cada noche sigue siendo hoy un rito mágico y crucial: en la vigilia del sueño, los niños descubren las palabras, la infancia sale del silencio.

ACCEDE DESDE AQUÍ A LA PÁGINA DEDICADA A SANTIAGO CALLEJA EN LA BIBLIOTECA DIGITAL HISPÁNICA DE LA BIBLLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA



miércoles, 11 de enero de 2023

"10 TRUCOS PARA QUE LOS NIÑOS LEAN". Un artículo de Raquel C. Pico publicado en Ethic el 5 de enero de 2023

Leer solo tiene beneficios: es entretenido, permite descubrir el mundo y mejora la salud mental. Convencer a los niños para que lo hagan, sin embargo, requiere más que una simple exposición de sus ventajas.

Para quienes leen de forma entusiasta, la vida sin una pila de libros esperando a ser leídos parece imposible. Son quienes, a veces, se reconocen cuando se habla de tsundoku, la palabra japonesa que captura el dejarse llevar en las librerías y hacerse con más libros de los que se está siendo capaz de leer. Son también quienes, casi siempre, tienen serios problemas para responder cuando les piden que escojan un libro favorito: tienen demasiados. La pandemia ha ayudado a que leer se consolide como hobby. Según el último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España, el 52,7% de los españoles son lectores frecuentes. Sin embargo, se observa un patrón en la lectura infantil: cuando se llega a la adolescencia, se pierden lectores. ¿Por qué dejan los niños de leer y por qué algunos no lo llegan a hacer nunca?

Los beneficios de la lectura son muy variados e importantes. De entrada, son fundamentales para el buen rendimiento escolar. «Entender y comprender la lengua es importante para poder alcanzar objetivos académicos en todas las áreas», aseguraban este verano Daniel González de Vega y Javier Arroyo, fundadores de Smartick, en la presentación a medios del Informe Smartick 2022: Dominio de la comprensión lectora y gramática en España. Según sus datos, la mitad de los adultos en España suspende en ortografía, aunque sí aprueben en comprensión lectora. Pero ¿cómo convencer a niños y niñas de que lean? No parece fácil que los empujen a ello las estadísticas, pero sí que lo hagan ciertos trucos para incentivar la lectura. CONTINUAR LEYENDO


martes, 10 de enero de 2023

"BALADA A UNA MUJER TRISTE QUE ME LLAMÓ UN DÍA". Un poema de Magdalena Sánchez Blesa

Balada a una mujer triste que me llamó un día.
Sus palabras fueron estas:
-Hago todo lo que puedo y más para que me vean, pero soy invisible.
Yo le contesté:
-Empieza a no hacer nada y es entonces cuando te verán.

Deja los platos, anda, deja el suelo.
Deja el baño, la ropa y haz tu vida.
Si no existes, no existes, simplemente.
Diles que se hagan ellos la comida.
Otra vez te has dormido sin un beso,
pero tú, generosa y abnegada,
les regalas tu tiempo, tus quehaceres,
para que no le falte a nadie nada.
Si no existes, no existes, ve a tus cosas.
Está el sol esperándote en la calle.
Cuántos años hará que no te arreglas,
ni llenas tu existencia de detalles.
Deja el trapo y el cubo. Si no existes,
entonces, ¿porqué limpias los cristales?
Sal esta noche en busca de la luna,
que hace ya mucho tiempo que no sales.
Ponte aquella canción que oías de joven.
Cierra los ojos, túmbate en un parque,
y dirán que has perdido la cabeza,
el día que comiences a mirarte.
Y dirán que te come el egoísmo,
que antes no eras así, que no eras nadie,
o tal vez que las malas influencias
han hecho que te creas que eres alguien…
Deja los plato s, anda, deja el suelo, 
y comienza a existir, que se hace tarde.


domingo, 8 de enero de 2023

"EL MUNDO DE LOS LIBROS QUE NUNCA SE ABRIERON". Un artículo de Mariana Toro Nader publicado en Ethic el 4 de enero de 2023

Umberto Eco dijo en una ocasión que el mundo está lleno de «libros preciosos que nadie lee»: si un español promedio consume alrededor de una decena de títulos anualmente y, a la vez, un tercio del país no lee nunca, ¿a dónde van los miles de ejemplares que se imprimen cada año?

Lo dice una caricatura que ha circulado en los últimos días por las redes sociales bibliófilas. Representa perfectamente lo que los japoneses llaman tsundoku, ese acto de acumular libros, de comprar más de los que se alcanzan a leer, de apilarlos con otros que tampoco han sido leídos, y que quizá nunca lo sean. Una encuesta en el Reino Unido encontró que la mayor parte de los libros que poseen los británicos no han sido leídos: un hogar promedio tiene 138 volúmenes en sus estanterías, de los cuales menos de la mitad han sido leídos realmente.

Por lo general, el foco recae en los best sellers. Pero ¿en qué quedan esos libros que se leen poco o nada? Hace unos años, destacó en la Feria del Libro de Madrid la mesa redonda de los worst sellers, libros con tiradas de 1.000 ejemplares de los cuales se vendieron 200. Representantes de pequeñas editoriales se reunieron para hablar de los libros con menos repercusión de sus catálogos. Y sucedió algo llamativo: tras la edición de 2009, el escritor Carlos Jiménez Arribas salió repentinamente de la lista de peor vendidos y demostró «una vez más que la publicidad es un elemento fundamental en este mundillo».

Goodreads, por su lado, también tiene lo que podría llamarse anti-listas, ránkings alternativos al celebérrimo Best Books Ever, los supuestos mejores libros de la historia. La plataforma expone en estos listados los libros que considera subestimados o poco calificados por su comunidad virtual. Aunque estas listas se refiere especialmente a textos en inglés, entre ellas hay representantes de todos los géneros, desde poesía y novelas hasta no ficción amemorias y ensayos. De hecho, también aparecen escritores reconocidos: por ejemplo, llegan al ránking de la correspondencia del filósofo Theodor W. Adorno, con 28 calificaciones, y el cuarto volumen de cartas, ensayos y periodismo de George Orwell, con 319.

En España, algunas iniciativas públicas han surgido para darles una segunda oportunidad a esas obras que parecen estar cayendo en el olvido. En 2018, la Biblioteca para Jóvenes Cubit de Zaragoza lanzó la campaña Sé valiente, sé el primero para motivar a los lectores a elegir libros que nunca habían sido prestados, desde aventuras y fantasía hasta teatro, cuentos y gastronomía. Tras preguntarse por qué nadie ha querido leer estos libros, las bibliotecarias quisieron demostrar que no solo merece la pena leer autores de moda, sino también otros con más bajo perfil. CONTINUAR LEYENDO

sábado, 7 de enero de 2023

"CAUTIVO". Un cuento de Adela Zamudio, una escritora, pionera del feminismo en Bolivia, que cultivó tanto la poesía como la narrativa

La puerta del vestíbulo entreabierta y todas las demás de par en par... Nadie me ha visto, todos, amos y criados están en el comedor.

La preciosa señorita no toma parte en esos afanes. Si en este instante se presentara, le diría que he venido a ofrecerle mis servicios con motivo de su fiesta... nada más natural, soy su vecina y hasta puedo llamarme su amiguita... pero no, no hay cuidado. Es muy temprano y nadie piensa todavía en el salón. Qué momento más oportuno; si no lo aprovecho, me quedaré sin realizar mi intento. Dicen que las gitanas se roban a los niños y yo ahora hago de gitana... el pequeño en su sitio. A causa de la fiesta metió la jaula, cerró el balcón y lo puso a dormir más temprano que de costumbre.

¡Pobre cautivo! tan quietecito, tan meditabundo, casi siempre está así. —La calle angosta y mi balcón al frente, todos los días, labor en mano, lo observo con cariño y al verle pensativo me pregunto, ¿en qué piensa? Más de una vez he imaginado el trágico momento que decidió por siempre su destino. Libre y feliz vagaba en la espesura cuando cayó sobre él la gorra del pilluelo que le acechaba. Rápido como el rayo, logrando aprisionarle bajo la copa la ajustó contra el suelo con una mano y con la otra levantó la visera y la cogió. El infeliz se defendió a aletazos pero, la mano diestra y dura lo empuñó al fin para arrojarlo luego al interior de la jaula de cañas. Aterrado, jadeante, con el pico entreabierto latiéndole el corazón con tal violencia que parecía salírsele del pecho permaneció aplastado, con las alas abiertas. Así cayó sin duda —así caen todos. Así fue conducido a la ciudad y ofrecido de puerta en puerta como vil mercancía.

Esa mujer despiadada lo compró como quien compra un tiesto de claveles, quería adornar su balcón. Yo desde el mío lo observaba todo. Compadecida de su espanto, lo dejó solo un rato, después volvió; midió la altura, colocó un clavo en la pared exterior, colgó la jaula y se alejó. El pobrecito, tranquilizado, poco a poco contemplaba con ojos azorados los extraños objetos que le rodeaban... entonces ¡ay! empezó su porfía, tenaz, inacabable, desgarradora. ¡Quería salir! Pasó la tarde, amaneció otro día y continuó su afán día tras día. ¡Era para mí tormento de todos los instantes! Prendido a dos barrotes con las patitas, intentaba sacar la cabecita pensando hallar resquicio por donde escapar. A veces, cansado de buscar una salida, se estrellaba violentamente contra las rejas protestando con todas sus fuerzas contra la bárbara crueldad de que era víctima. ¡Todo en vano! Las puertas no se abrían, y al fin vencido, anonadado, se quedó en su sitio. De esto hace ya más de un año. CONTINUAR LEYENDO

Leyendo este cuento me ha venido a la memoria una canción de Jorge Cafrune y Marito, El niño y el canario, que me emocionó desde la primera vez que la escuché y que he cantado en muchas ocasiones.

jueves, 5 de enero de 2023

"¿ME AYUDAS A SER MAYOR? Un artículo que publiqué en el Diario de La Rioja

¿ME AYUDAS A SER MAYOR?

Hace poco, en uno de mis paseos dominicales por el monte me encontré con un paso en el que tenía que escalar por una roca bastante inclinada, lisa y algo húmeda. Estando en ello se acercaron tres jóvenes y uno de ellos, sin pensárselo dos veces, la subió sin dificultad. Sin decir nada, me fijé en dónde ponía los pies para comenzar mi ascensión cuando, al verme algo dubitativo, me preguntó a ver si quería que me echasen una mano. Sin dudarlo, le contesté que sí. Así que les dejé los bastones con los que me ayudo y superé – conste que sin dificultad– el accidente geográfico. Al llegar arriba y tras darles las gracias, uno de ellos me comentó con gran sinceridad: "Jo, no hay de qué. ¡Ya quisiera yo subir como tú cuando tenga tu edad!" ¡Touché! Que traducido significa que me hizo polvo. Esbocé una sonrisa intentando ocultar mi desazón interior y me acordé del abuelo que aparece en "Pacto de Sangre", ese maravilloso relato de Mario Bendetti. Total que viéndome necesitado de ayuda –de terapia diría– por mi pequeña depresión llamé a mi hijo Jorge. Y es que para tratar temas de edad avanzada nada mejor que la juventud. Al principio se quedó sorprendido, pero al contárselo vi con mi corazón que sonreía. Me dijo con mucho cariño, que ya sabe lo sensible que soy, que en realidad me habían echado un bonito piropo, y tenía razón; añadiendo que le parecía estupendo que no hubiese rechazado la ayuda, cosa que es frecuente en muchas personas, y más si están como yo en esa edad en que uno ya no sabe ni quiere saber si es mayor o no. La verdad es que al poco de empezar a hablar nos echamos a reír los dos juntos, casi al unísono, y pensé lo bonito que es que se rían contigo, no de ti; pero, sobre todo, que consigan que te rías de ti mismo. Todo esto lo consiguió un joven que con aquellas palabras y risas empezaba a enseñarme a ser mayor.

El resto del camino fui pensando en lo que me había sucedido y me di cuenta de que en esta vida siempre parece que los mayores son los que han de ayudar y guiar a los jóvenes para que alcancen su madurez, olvidando que también son los jóvenes los que nos tienen que ayudar y guiar para que lleguemos a ser mayores con plenitud. Pues anda que no hay abuelas y sobre todo abuelos que han aprendido a ser mayores, que han encontrado sentido a su senectud gracias a sus nietos. También hay muchos nietos a los que los abuelos por educar les han enseñado con su ejemplo hasta a bien morir. ¿Os acordáis, por ejemplo, de “El estanque de los patos pobres” de Fina Casadelrrey? Otra cosa que me llamó la atención, y que ya he significado, es que ese día había aceptado ayuda por dos veces: una sin pedirla, tras un ofrecimiento; la otra con previa petición, que no es cuestión baladí. Y he de confesar que me sentí orgulloso por ambas.

A los pocos días, en una maravillosa tertulia literaria de un 6º de Primaria del IPI, la de Juanjo y Maritxu, en la que estamos leyendo El Quijote, aproveché para contarles este sucedido. Algo que no suelo hacer, ya que este tipo de cosas uno, o no se las cuenta a nadie o, como mucho, a las personas que aprecia y que sabe que a su vez le aprecian. Con ello pretendía que reflexionásemos sobre la ayuda, sobre todo acerca de por qué la rechazamos cuando nos la ofrecen y la necesitamos. Les pregunté a ver qué preferían si ayudar o ser ayudados. Todos contestaron que era mejor ayudar, que ayudando se pasaba mejor que al revés. Comenté entonces que en China el que da las gracias no es el socorrido, sino que el que agradece es el que ayuda a la otra persona por haberle permitido disfrutar ayudándole. Y es que para enseñar y aprender, todos necesitamos ayudarnos mutuamente. Además, hoy en día sabemos fehacientemente que el que ayuda a otro es el que más aprende.

Todo esto lo tenemos que aplicar las personas mayores o las que, permitidme la coquetería, las que nos vamos acercando a ese estar siendo. Por eso hace tiempo que vengo diciendo que cuando una persona empieza a ser mayor ha de hacer, si no lo ha hecho antes, un curso acelerado sobre “cómo disfrutar dejándose ayudar”. Y de la misma forma te pediría a ti, niño, niña, adolescente o joven que estás leyendo o escuchando este texto, –que leer es escuchar con los ojos–, que me ayudaras a ser mayor porque te necesito tanto como tú me necesitas a mí. En fin, que te rogaría que nos ayudásemos mutuamente porque en eso consiste la solidaridad. Así que, ¿me ayudas a ser mayor?

Miguel Loza Aguirre. 18/03/2012

martes, 3 de enero de 2023

"LETANÍA SIN NOSOTROS". Un poema de Guadalupe Grandes

Es en este tiempo incierto, intacto,
es en este instante desnudo,
sin palabras, sin nosotros, tan sólo
tendido suavemente en el olvido.
Es bajo esta lluvia muda y ciega,
esta lluvia sin nosotros,
esta hora sin nosotros,
Este agua sin sed.
Es. Es sin siempre, es sin memoria,
es sin llanto y sin risa,
es sin miedo y sin gracias te sean dadas.
Es, como si eso fuera poco,
sin causa y sin remedio,
a pesar nuestro,
Y es, desde luego, sin calles ni avenidas,
sin fuentes ni estaciones,
sin la tristeza que da mirar el firmamento.

lunes, 2 de enero de 2023

GONZALO DE BERCEO. RECURSOS PARA EL AULA (Hautatzen / Marian)


Berceo es el primer poeta español de nombre conocido representante del mester de clerecia, y posiblemente su introductor. Nació a finales del S. XII, en Berceo, pequeño pueblo riojano, se educó en el monasterio benedictino de San Millán de la Cogolla, y estuvo agregado a este monasterio como clérigo secular.

Todas las obras de Berceo son religiosas: tres vidas de santos, Santo Domingo de Silos, San Millán de la Cogolla y Santa Oria, virgen; tres poemas dedicados a la Virgen, Loores de Nuestra Señora, Planto que fizo la Virgen el dia de la Passión de su Fijo Jesu Christo y Milagros de Nuestra Señora; y tres poemas de asunto religioso vario, El Sacrificio de la Misa, De los signos que aparescerán antes del Juicio y Martirio de San Laurençio. También se le atribuyen tres himnos.

Los Milagros de Nuestra Señora es la obra más importante de Gonzalo de Berceo. Comienza con una introducción alegórica en la que el autor se presenta a sí mismo en una naturaleza idealizada, descanso del hombre, que simboliza las virtudes y perfecciones de la Virgen. A continuación, se suceden veinticinco milagros realizados por la Virgen a favor de personas que sienten una gran devoción por ella. Berceo no inventa, sólo pretende difundir en lengua romance los relatos ya existentes sobre la Virgen, los cuales él modifica con libertad. CONTINUAR LEYENDO
Fuente: hautatzen.net

domingo, 1 de enero de 2023

"LOS VIENTOS". Un cuento de Mario Vargas Llosa publicado en Letras Libres

Nerea Pérez
Fui a la manifestación por la clausura de los cines Ideal, en la Plaza de Jacinto Benavente y, apenas acababa de comenzar, me sobrevino uno de esos vientos intempestivos que ahora me asaltan con frecuencia. Pero nadie se dio cuenta a mi alrededor. Lamenté haber ido porque éramos apenas cuatro gatos y casi todos unas ruinas humanas como yo. A ningún joven madrileño le importa que desaparezcan los últimos cines de Madrid; jamás ponían los pies en ellos, se habían acostumbrado desde niños a ver las películas que ordenaban –si se puede llamar películas a esas imágenes que divierten a las nuevas generaciones– en las pantallas de sus ordenadores, sus tabletas electrónicas y móviles.

Osorio, posando de optimista, dice que ahora que han desaparecido los cines tendré que habituarme a ver películas en las pantallas pequeñas. Pero no lo haré; también en esto seguiré fiel a mis viejas aficiones. He vivido demasiado para importarme que me digan fósil, ludita o, como me llama Osorio haciendo ascos, “irredento conservador”. Lo soy y lo seguiré siendo mientras el cuerpo aguante (no creo, dicho sea de paso, que por mucho tiempo más). Vaya, otro viento; pero tampoco nadie lo ha notado, a juzgar por la indiferencia de las caras que me rodean.

Osorio debe de ser el último amigo que me queda. Nos llamamos todos los días, a ver si seguimos vivos. “Buenos días. ¿Qué tal? ¿En pie, todavía?” “Por lo visto, sí, me parece al menos.” “¿Nos vemos más tarde, para el cafecito?” “Oqui doqui.” No sé cuándo nos conocimos; no, en todo caso, desde la juventud. Esa legañosa ciénaga que es mi memoria me dice que hace solo unos veinte o treinta años. Yo sé que fui periodista de joven; Osorio dice que enseñó filosofía en los colegios, pero no estoy nada seguro de que haya sido profesor y menos de filosofía, porque sabe muy poco de esos temas. Por ejemplo, nunca leyó a Pascal, que a mí me gusta mucho. Tal vez se haya olvidado qué cosa fue en la vida y tiene la memoria tan en ruinas como yo; que trate de engañarme y engañarse inventándose un pasado. Le asiste todo el derecho del mundo, por lo demás. Nuestro acuerdo es llamarnos todas las mañanas para saber si alguno de los dos se despidió de este mundo en el sueño y dar parte a la autoridad a fin de que nos incineren y desaparezcamos del todo.

“Se cerraron los últimos cines, pero han abierto una nueva librería”, me levantó el ánimo Osorio cuando terminó la triste manifestación de despedida a los Ideal. “Ya hay cuatro, ahora, en Madrid. No te quejarás. ¡Cuatro librerías! ¡Más que en París y en Londres, te lo aseguro! ¡Créeme! ¡Todo un lujo!”

Un cuento más, producto del patológico optimismo de Osorio. Lo que él llama “librería” es uno de esos simulacros que nos rodean, una de esas luciérnagas que en la noche se prenden y se apagan casi al mismo tiempo. La supuesta librería –ayer o antes de ayer fuimos a verla– era la biblioteca de un vejete de Malasaña que ha puesto en venta sus existencias antes de partir al otro mundo, una colección variopinta de libracos mal conservados que el puñado de personas que estaba allí cuando Osorio y yo entramos a echar un vistazo hojeaba y manoseaba antes de devolverlos a los polvorientos estantes. Solo compré un librito de Azorín que no conocía, una recopilación de artículos sobre literatura argentina, el Martín Fierro principalmente, que me costó pocos centavos. Y, por supuesto, en la librería del vejete tuve un viento que no pude disimular. Nadie le dio importancia, salvo Osorio, por supuesto, que sonrió con una de sus sonrisas luciferinas y movió por un instante, disgustado, las aletas de su nariz. CONTINUAR LEYENDO