Recientemente tuve la oportunidad de trabajar en una feria de libros vendiendo directamente a papás, abuelos, tíos (y niños). Ha sido muy estimulante comprobar cómo los papás pueden alentar a sus hijos en las lecturas, pero también (muchas veces) la experiencia de comprar un libro con niños acaba convertida en un pequeño drama. A diferencia de cuando se va a una biblioteca, en una feria de libros están en juego más cosas: un presupuesto, los ahorros, tener que elegir entre una oferta variada (y a veces difícil de controlar para un niño a quien le afecta sobremanera la publicidad y las modas), ver demasiados libros en un día. Sin embargo, la compra de libros -y ya tenemos que ir hablando de esto- ayuda a conformar una biblioteca personal, procura gratos recuerdos, y sostiene una industrial cultural que permite tener libros de calidad. En este blog ya hemos dado consejos a bibliotecarios y docentes, así que nos animamos ahora a dar ideas a los papás y mamás (y abuelas, tíos, etc.). Van ocho ideas para hacer bibliófilos. (Estas ideas han sido inspiradas en los momentos de la feria en que todos fruncíamos el ceño y mirábamos para otro lado). CONTINUAR LEYENDO
-"No es posible crecer en la intolerancia. El educador coherentemente progresista sabe que estar demasiado seguro de sus certezas puede conducirlo a considerar que fuera de ellas no hay salvación. El intolerante es autoritario y mesiánico. Por eso mismo en nada ayuda al desarrollo de la democracia." (Paulo Freire). - "Las razones no se transmiten, se engendran, por cooperación, en el diálogo." (Antonio Machado). - “La ética no se dice, la ética se muestra”. (Wittgenstein)
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