No es una pieza escrita para niños, pero funciona perfectamente para ellos y realmente la disfrutan muchísimo imaginando con la música escenas como el carro atravesando la estepa rusa, los bulliciosos niños jugando en los jardines de las tullerías o la discusión entre el judío pobre y el judío rico.
¿Escenas narradas con música? Sí, que no extrañe pues estamos ante un estupendo ejemplo de música programática, ese tipo de música de carácter descriptivo que tuvo su momento de mayor esplendor en el romanticismo y que tiene como objetivo evocar ideas o imágenes extra-musicales en la mente del oyente.
Fuente: Cuentos de boca
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