miércoles, 10 de junio de 2015

Siete razones para mantener viva la poesía en el aula

La poesía es un género literario que favorece el pensamiento crítico. En los últimos años la introducción de esta forma de arte en el área curricular ha ido disminuyendo. Amanda Ronan ofrece siete razones por las que introducir este género en el aula en un artículo publicado en Edudemic.

Los textos poéticos son una forma de desafiar el pensamiento crítico de los estudiantes y empatizar con conceptos como el amor, la atracción y la muerte. A los más pequeños les encantan las rimas y las canciones. A los alumnos más jóvenes les permite retener cierta información. Los mayores las emplean como mecanismos mnemotécnicos.

Existen siete características que hacen de la poesía un componente importante y necesario de introducir en el aula –explica Ronan:
  • Su extensión: El hecho de que en ocasiones sean textos cortos los hacen más accesibles para algunos lectores con dificultades. Para muchos alumnos enfrentarse a una novela de más de trescientas páginas supone todo un desafío.
  • Capacidad de deducción: La poesía requiere que los lectores vayan más allá de las palabras. Gracias a ella los estudiantes pueden transferir esta capacidad y así enfrentarse a otros tipos de lectura.
  • Las emociones: los estudiantes son paquetes emocionales –comenta Ronan. Escribir poesía permite expresar pensamientos y sentimientos y al leerla los jóvenes pueden comprobar que otros escritores se han enfrentado a situaciones como el amor perdido, la intolerancia, la opresión o la muerte.
  • Las figuras retóricas: La poesía está llena de metáforas, personificaciones y otro tipo de figuras retóricas que permiten al escritor crear arte a partir de las palabras. Estudiar estos mecanismos en la poesía ofrece a los estudiantes un contexto para desarrollar nuevas habilidades.
  • El contexto histórico: La poesía moderna es una excelente forma de introducir el género ya que tanto el lenguaje como las situaciones son fácilmente reconocibles por los estudiantes. Sin embargo –advierte Ronan–, mostrar este género en diversos periodos históricos permite a los estudiantes descubrir cómo el arte refleja el momento en el que fue creado.
  • La representación: la poesía se ha creado para leer en voz alta, por lo que si los estudiantes recitan poemas de memoria o leen sus palabras de una página, estarán desarrollando ciertas habilidades para expresar emociones atendiendo al ritmo, la entonación y la enunciación.
  • Pensamiento crítico: La poesía dice mucho en pocas palabras. Está llena de emociones, expresiones arcaicas y perspectivas personales. En definitiva –dice Ronan– la poesía dice cosas sin llegar a decirlas, por lo que para leerla y entenderla se requiere de la capacidad de pensar sobre la selección de las palabras, la estructura, el contexto histórico e incluso las experiencias del autor. Analizar un poema, exige un compromiso activo con el texto.

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