miércoles, 23 de diciembre de 2015

Reflexiones de Ema Wolf para el diario "La Nación"

Género infantil. Esa denominación no me cierra ni me cerró nunca. Que los géneros estén marca-dos por la posible edad del receptor no me convence. Y será porque empecé leyendo literatura en general: primero, los cuentos de Andersen, pero también Salgari y Dumas. A los 9 años me regalaron la colección completa deSandokan, los 14 tomos. Salgari me inició como lectora. En la medida en que los chicos la entiendan y la disfruten, es para ellos. Y también puede ser para los grandes.

Yo creo que escribir es modificar lectores; el texto tiene que tener lo suficiente como para que les resulte familiar y, al mismo tiempo, una cuota de novedad que los haga crecer como lectores. Si hay restricciones, el resultado son personas con vocabulario pobre, que cuando llegan al colegio secundario y se enfrentan con los textos "para adultos" vacilan. Se encuentran con un cúmulo de palabras que los asusta.

Mi lema es "no le des a tu lector lo que no querés que te den a vos o lo que no querías que te dieran cuando tenías 10 años". Me hubiera aburrido la literatura "espejo", que refleja lo que le pasa a un chico o un adolescente. A lo mejor hay lectores que quieren que un libro los muestre en espejo, pero me pregunto si hay material para los pibes de 11, 12 años que buscan que les muestren el mundo. Yo quería que me mostraran todo lo que no conocía.

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