jueves, 22 de septiembre de 2016

El jorobado. Un cuento de Ana Mª Matute.

El jorobado

El niño del guiñol estaba siempre muy triste. Su padre tenía muchas voces, muchos porrazos, muchos gritos distintos, pero el niño estaba triste, con su joroba a cuestas, porque su padre lo escondía dentro de la lona y le traía juguetes y comida cara, en lugar de ponerle una capa roja con cascabeles encima de la corcova, y sacarlo a la boca del teatrito, con una estaca, para que dijera: “¡Toma, Cristobita, toma, toma!”, y que todos se riesen mucho viéndole.

FIN

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