La académica española Ana Díaz-Plaja estuvo en Chile participando en el seminario “Cómo leemos el mundo”, organizado por Lee Chile Lee. En esta entrevista, conversamos con ella sobre lectores juveniles y sobre el rol de los mediadores: “Un buen mediador no se conforma simplemente con que los chicos lean, sino que también tiene un objetivo: hacerles pensar“.
—Yo creo que siempre una distopía, una obra de ciencia ficción, está exagerando algo que ya existe. No está amenazando sobre lo que puede pasar, sino que amplía, como con una lente, algo que ya está sucediendo, permitiendo reconocer esos rasgos en la sociedad actual. Por ejemplo, en Los juegos del hambre —que encuentro una saga notable—, creo que está el poder del espectáculo. No sé en la televisión chilena, pero al menos en la española vemos cada vez más a gente sufrir, o ridiculizada, por fama o por un logro económico, lo que es un concepto aterrador. En Los juegos del hambre, los chicos son forzados a participar en un torneo televisado; pero en nuestra sociedad ¿qué les obliga a participar en realities? Pues el deseo de fama y riquezas. El poder terrible está entre nosotros.
Estas sagas distópicas pueden ser muy interesantes también para conectar con otras obras distópicas de la antigüedad. Incluso con las que se consideran alta literatura, como El mundo feliz, de Huxley, o 1984, de Orwell. CONTINUAR LEYENDO LA ENTREVIST
Fuente: Fundación La Fuente
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